Cuando era chica era más bien tímida pero en el liceo eso se me quitó, la personalidad me creció junto con las pechugas y hace un tiempo me dio por creerme rica y no sólo eso: quiero ser modelo. Obvio, si esas son las que triunfan en este mundo de superficialidad y belleza externa y yo tengo harta de esa. Tengo buen cuerpo, lo sé porque no hay quién no me mire en la calle, además soy alta, bonita de cara y tengo un buen poto grande y duro, cintura pequeña y las pechugas bien redondas y paraditas. Siempre fui la mina del curso y eso me ayudó harto en diferentes cosas, incluso a pasar matemáticas en 4to medio. Al salir de cuarto, entré a estudiar secretariado porque mi mamá me obligó; qué güeá más fome, me retiré antes de terminar el segundo mes y me quedé en casa haciendo nada, porque nana no soy de nadie. Pero este año mi mamá me las cantó claritas, si no estudio algo debo buscar pega porque ya no quiere mantenerme ni costear mis vicios. Le puso tanto color que decidí entrar a estudiar enfermería, porque mi vieja es enfermera; pensé que me podría ayudar a estudiar o hacerme los trabajos, pero la verdad nunca me gustó, ni enfermería, ni estudiar y el primer semestre me eché casi todos los ramos, es que era muy difícil y mi vieja no tenía tiempo para ayudarme en nada. Es mejor andar carreteando. Cuento corto, me salí de la carrera pero aun no le digo a mi mamá porque así tengo lucas para seguir en lo mío, en lo que me gusta.