Una de las grandes dificultades a la hora de opinar de política en estos días es el vacío abismante que una generación completa posee respecto a la educación cívica y, paralelamente, las complejas y ambiguas discusiones filosóficas e interpretaciones de ciertos conceptos que todos utilizamos en nuestro cotidiano.

Los resultados de las elecciones del domingo permiten muchas lecturas. La actividad política consiste mucho en ser capaz de realizar interpretaciones de los hechos y actuar en consecuencia a ellas y nuestros intereses.