Por Claudio Turullols. México. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Celebra, ámate, se tú

Diciembre 13, 2021

Por Sharon Torres. Puerto Rico @3wg_education

La semana pasada les compartí cómo los planes que había realizado no necesariamente estaban saliendo como yo los había programado.

Por Sharon Torres. Puerto Rico @3wg_education

Así termino una larga semana justo antes de una de las semanas más importantes para mí.

Por Sharon Torres. Puerto Rico @3wg_education

Hoy estaba hablando con varias compañeras sobre como este año parece que el tiempo no me da para nada. Ambas me dijeron lo mismo, jamás nos habíamos sentido tan a la carrera como ahora.

Por Sharon Torres. Puerto Rico @3wg_education

Hay días en nuestras vidas que nos podemos dar cuenta del efecto que tenemos en otras personas. Ese fue precisamente mi caso anoche.

Nuestras mentes están 100 porciento enteradas de nuestros sentimientos. Muchas veces no pensamos de dónde vienen nuestras emociones. Nuestra mente es la que se encarga de dirigir todo en nuestro cuerpo y esto incluye nuestras emociones, el tener un sentimiento de tristeza y el querer engañar nuestro cerebro a sentirse de manera contraria podría resultar confuso y contradictorio. Esto no quiere decir que soy nube negra, al contrario, la positividad es un sentimiento bien poderoso. Sin embargo, cómo podemos entender nuestros sentimientos y nuestras emociones si las bloqueamos cada vez que se acercan a nuestras vidas.

Sé que habíamos quedado que para el “blog” de hoy estaríamos hablando de la toxicidad positiva. Sin embargo, el pasado lunes sucedió algo inesperado y sé que como yo hay muchas personas en el mundo pasando por lo mismo. La razón de ser de esta columna es ayudar a los demás y brindar información para su crecimiento personal. Por lo que creí propio mover el tema de hoy para la próxima semana.

Imagina que estás en un barco a la deriva, en medio de una tormenta. Imagina que es un barco que mide 18 ' (5,49 m) de largo por 7'3 "(2,21 m) de ancho y 2'2" (66 m) de profundidad. Imagina que las olas son de 10 a 13 pies de alto, que la lluvia no cesa, los relámpagos están cada vez más cerca y que hay poca o cero visibilidad.

Un solo día fue suficiente como para hacer estragos en mi semana. A principios de la semana pasada me levanté feliz, contenta, pensando yo puedo contra el mundo. Pero el mundo tenía planeado otra cosa para mí. Pues les cuento que hago desayuno, me baño, me visto y me dirijo hacia mi primera parada, una cita médica que tenía programada. Llego al consultorio médico y hay un vehículo ocupando casi tres estacionamientos, acomodo mi vehículo en el espacio que queda disponible y ¡Zaz!; tremendo raspón que le di al vehículo. Ahora tengo un vehículo negro y rayas verde chillón. Respiro profundo y pienso, doy las gracias porque fue un raspón y no fue mi vida.

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