Por Claudio Turullols. México. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

  • Con seis nuevas cápsulas audiovisuales que rescatan parte de los 17 años de historia del festival, serán exhibidas en formato online en medio de una experiencia inédita de colaboración en redes.

La columna de esta semana, nuevamente me hace desviar la atención hacia la contingencia. Una noticia como la que vi en el matinal " Mucho Gusto" de Mega, merece ser aclarada. Los medios de comunicación hoy más que nunca, dan espacio a lo que quieren, comunicando también solo lo que ellos quieren.

Pero como no les daré en el gusto, aquí les voy a contar la verdad sobre este titular: DEBE MÁS DE 3 MILLONES POR ARRIENDO.

Esta es la triste realidad de muchos en el medio artístico, pero la gente común no lo comprende, siguen creyendo que somos millonarios. Muchos de nosotros ya llevan 20 meses sin trabajar, los que han tenido más suerte 15 meses. Pero sea como sea, no hay bolsillo que aguante. Achicar los gastos de un día para otro no es fácil, y menos fácil aún, pagar arriendo estando cesante.

Para nosotros no hay bonos, todo tiene una letra chica, por lo cual no calificamos en nada. Incluso el bullado millón de pesos que le darán a las pymes, tiene requisitos ridículos, como que en el 2021 debemos tener como mínimo 2 facturas. Otro vil engaño, si llevamos casi dos años sin trabajar...

Ahí está el video donde Fabricio Sánchez, denuncia públicamente al vocalista de Croni-k, por el no pago de arriendo los últimos 7 meses. Y ahí también está la respuesta que éste da a la problemática.

Aquí no se desconoce la deuda, hay un compromiso de pago y más aún, Fabricio se hace la víctima en pantalla; mientras por WhatsApp envía mensajes con un vocabulario penitenciario, incluso con amenazas. Aquí les dejo los pantallazos de los mensajes más suaves, para que Usted saque sus propias conclusiones.

Espero comprendan que mi intención no es defender lo indefendible, pero sí defender lo justo. Aquí incluso se ataca al credo religioso del artista, lo que claramente es una falta de respeto.

Conozco de cerca lo que sufre este medio tan golpeado y hasta ahora sin soluciones concretas. Estoy tan indignada como no imaginan, mi situación personal también es crítica, si mi marido no trabajara y no contara con la ayuda de mi familia, estaría pidiendo limosnas en un semáforo.

Pero somos fuertes y lograremos levantarnos, aún no sé cómo, solo sé que lo haremos. Sin ayuda, bloqueados, desamparados... Aguante el arte, somos historia, sentimiento, imagen, sonido. Porque el arte no reproduce aquello que es invisible, sino que hace visible, aquello que no siempre lo es.

Gracias por leerme.

Carmen Gloria Aguilar Flores.

Esta semana haré una maratón para ponerme al día. Con tanta actividad la semana pasada, no alcancé a escribir nada, pero la experiencia vivida me da material para cumplir con Ustedes.

Durante 2020 y 2021, las intérpretes Cristina Espinoza, Bárbara Trejo y Fabián Riquelme, artistas escénicos del Colectivo Insinú, investigaron y prepararon el montaje Kaigua, financiado por Fondart Regional de Creación 2020, del Ministerio de Cultura, las Artes y el Patrimonio, cuyo resultado será estrenado en el canal de Youtube del Colectivo Insinú, los días 4, 5 y 6 de junio.

La visión pavorosa de lunas escuálidas me satura los ojos y la boca.

Mientras bajaba en el ascensor me puse el calzón, me temblaban las manos y las piernas, me sentía más nerviosa que cuando venía llegando hace unas tres horas, pero era diferente, el dolor de guata también volvió pero no era igual.

Fueron segundos tan intensos, respiré profundo, sacudí mis brazos agitando mis manos como para relajarme un poco y salí. La verdad es que ya no estaba tan canchera, salí muy tímida de la habitación, me sentía tan colorada, con algo de pudor pero a la vez muy caliente, porque ambos hombres me miraron con lujuria. Te ves perfecta —dijo el asistente. Estás maravillosamente bien —dijo el fotógrafo. Yo estaba un poco encorvada hacia adelante, con las manos juntas a la altura de mi entrepierna, estaba depilada y todo, pero igual era plancha la situación. Las palabras que me dijeron me hicieron sentir mejor y hasta me enderecé un poco, me subió el ánimo y de pasadita me dejó con ganas de seguir en lo que estábamos.   

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