Por Jack Levist @jacklevist
El mundo repentinamente cambió de un momento a otro, muchos de los programas de espectáculo y noticias a las que estábamos acostumbrados, sucumbieron, y desde el impacto de la masiva ola de protestas sociales en el mundo, junto con la llegada de la contingencia sanitaria y las medidas impuestas, solo se habla de una sola cosa en los medios de comunicación y todo sabemos a qué me refiero.
Es como si el resto de las problemáticas pararon a un segundo, tercer o cuarto plano en contraste con la relevancia mediática que ha tenido el manejo de la pandemia, omitiendo el hecho que las enfermedades mentales han ido en aumento producto de los encierros, y una de ellas en particular está afectando a las personas jóvenes como la tercera causa de muerte; nos referimos al suicidio, y los medios no están hablando al respecto. Es por eso que figuras como María Gabriela Castañeda toman relevancia por su trabajo en crear consciencia respecto a este tema y cómo está afectando tanto a jóvenes como adultos.
¿Quién es María Gabriela Castañeda?
María Gabriela es mexicana, consultora de empresas y catedrática de la universidad Instituto de Estudios Superiores de Monterrey desde el año 2011 en las áreas de liderazgo, comunicación e inteligencia emocional, reconociendo estas aristas como fundamentales para el desarrollo del individuo tanto en su vida diaria como en lo profesional, por lo que sus conocimientos son muy requeridos en el mundo empresarial. Posee una Licenciatura en Filosofía y actualmente cursa un Magister en Educación en la Universidad Europa de Monterrey, pero su impecable currículo académico y laboral solo es rebasado por su experiencia de vida y superación.
De adolescente tuvo que lidiar con una profunda depresión por años que la llevó a tener un grave accidente y un largo proceso de recuperación. Aquel accidente tomó por sorpresa tanto a su familia como amigos, dejando en evidencia que la depresión es una enfermedad silenciosa, muy difícil detectar, principalmente porque el suicida se encuentra en un momento en donde acepta su vida tal como es, en completo silencio, viendo la muerte como una idea atractiva para conseguir una tregua al sufrimiento que padece.
Desde su perspectiva profesional, María Gabriela considera al suicida como alguien incapaz de ver lo importante que es, viviendo en una falsa realidad de si mismo producto de un estilo de vida que lo mantiene alejado tanto del autoconocimiento como de su naturaleza alegre, sin embargo, piensa que al hacerse responsable por su propia percepción de la vida, es posible liberarse de los pensamientos negativos y generar opciones para llegar a convertirse en la persona que siempre quiso ser. Ella indica en un artículo para nuestra revista HISTRIONICO.COM: "Después de más de veinte años de mi recuperación y de haber trabajado con cientos de personas, me doy cuenta de que, al resolver nuestros problemas emocionales, lo más natural es querer vivir." (Ver artículo)
Consejos prácticos para todos y todas.
En su larga trayectoria trabajando con todo tipo de personas, María Gabriela ha desarrollado métodos no solo para aconsejar a las personas suicidas sino también a aquellos que conviven con un suicida incluso sin saber que lo es, pudiendo identificar conductas con anticipación, lo que permite salvar y mejorar vidas. Dentro de estos consejos se encuentran el cómo identificar la depresión tanto en uno mismo como en los demás y qué acciones inmediatas se pueden hacer en múltiples áreas como lo son la comunicación, el auto conocimiento y la medicina natural, con el fin de erradicar los pensamientos negativos.
Alguien una vez dijo: Si sientes que no encajas, es porque has sido llamado a crear un mundo nuevo. María Gabriela Castañeda
Sus conocimientos van mucho más allá de la dualidad entre la vida y la muerte de un suicida, sino más bien están orientados al autodesarrollo integro de los individuos en base a la metacognición, que hace referencia a pensar lo que pensamos, un proceso complejo que nos lleva a preguntarnos ¿Por qué pensamos y actuamos de esta forma?, ejercicio que permite desfragmentarnos como personas dentro de nuestro entorno social y cultural, dándonos cuenta que muchas de nuestras acciones son en realidad producto de enseñanzas o roles que hemos asumido desde pequeños sin cuestionamiento y que hoy significan un verdadero impedimento para comunicarnos entre nuestros pares y con nosotros mismos. Uno de esos ejemplos corresponde a la educación cultural acerca de las emociones en los niños; desde pequeños les enseñamos que los hombres no lloran, creando un dogma entorno a cómo un niño o una niña debe expresar sus sentimientos, generando de esta forma un estricta barrera marcada entre lo masculino y lo femenino desde temprana edad que lleva a reprimir los pensamientos y consecuentemente a una futura incapacidad para expresar emociones una vez que somos adultos, lo que significa uno de los problemas más graves en la vida de muchas personas. Es por esta razón que su trabajo no solo es relevante para quienes estén pasando por una depresión, sino también para cualquiera que esté luchando por alcanzar un sueño y necesite hacer mejoras en su vida en la forma en cómo se comunica con los demás y consigo mismo/a, lo que nos permite convertirnos en la mejor versión de nosotros, un vehículo sólido que podemos usar para alcanzar nuestras metas.
Trabajo y publicaciones
María Gabriela publicó su libro ¿Piensas en el Suicidio? que te invita a invertir 30 días para lograr un cambio en tu vida y ser feliz. Junto con eso, participa activamente en distintas charlas y entrevistas, además de ser autora en histrionico.com (puedes revisar sus publicaciones aquí). Su libro lo puedes adquirir directamente en su plataforma web www.mariagabrielac.com donde además encontrarás links hacia sus otras publicaciones y videos. En su web también podrás inscribirte a los talleres de comunicación que imparte periódicamente.
No todo el mundo tiene la vocación por ayudar al resto como lo hace la protagonista de este artículo, es por eso que los invitamos a todos y a todas a revisar y compartir su importante labor que podría llegar a salvar una vida cercana o incluso la tuya propia.