Esto me ha dado vueltas en la cabeza durante todo el día. He llegado a dos conclusiones o el tiempo ha decidido mandarse y va más rápido de lo normal o queremos hacer más cosas de las que podemos por el tiempo en que el mundo se detuvo. Vamos a analizar mi segunda conclusión porque la primera nos llevaría a un estudio del cual no manejo como física cuántica y esas cosas.

Así es que hablemos de cómo estamos utilizando nuestro tiempo y a quién o quiénes le estamos dando ese tiempo. Si tú te pareces a mí, tienes tal vez el mismo problema que tengo yo, decir que no me cuesta un mundo. No sé si tiene que ver con que soy canceriana, mujer, latina, factores externos o todas estas cosas a la vez, pero que difícil se me hace decir que no.

Sin embargo, llevo un tiempo practicando el priorizar mis tareas y ver si puedo incluir la petición de esa persona en mi tiempo. He aprendido en este camino que precisamente es mi tiempo, yo lo manejo, yo lo presto o lo regalo. Con el pasar del tiempo nos hemos convertido en una sociedad donde el más ocupado es el más interesante. Si le preguntas a una persona hoy en día ¿cómo estás?, te puede decir que está bien ocupado, que está haciendo veinte cosas a la vez o que se está volviendo loco con tanto trabajo. Ya el todo bien, no es una respuesta que escuchamos normalmente.

Entonces debemos preguntarnos, ¿Acaso eso es un gran estilo de vida? ¿Es algo de admirar? La contestación para mi es que no. El trabajar hasta el cansancio y luego tratar de complacer a todos no es vida. Nuestra vida entonces se minimiza y nos convertimos en una maquina automatizada. Así es que, cuando entendí que mi tiempo es mío y todo lo que perdía de él comencé a decir que no.

¿Cómo podemos comenzar a decir que no?

Pues te recomiendo que analices primero todo el tiempo libre que tendrías si te atrevieras a decir que no. También puedes pensar en cuanto dinero, si dinero, ahorrarías diciendo que no. Por ejemplo, cuantas veces has ido a compartir en un lugar al que no quieres ir. ¿Cuánto tiempo y dinero perdiste en ese compartir?

Después de que realizaste lo anterior ahora te vas a preguntar si estás yendo a esa actividad por ti. Lo más importante de todo es tu salud mental y la paz que comenzarás a tener tan pronto comience a decir que no. El decir que no te permitirá saber qué es lo que es realmente importante para ti. Es tiempo de enfocarte en ti, de tener tiempo para tu salud y los tuyos, tal vez puedes hasta comenzar un pequeño negocio que te de la tranquilidad que necesitas.

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