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Andréi Chikatilo, el psicópata caníbal de Ucrania Destacado

Por Mario González Calderón @mario_gonzalez_cal

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Uno siempre miraba con respeto a nuestros profesores cuando estábamos en el colegio, no es cierto, pero que pasaría si uno de estos docentes también infundiera miedo. Es el caso de Andréi Chikatilo, considerado el peor asesino en serie de la ex Unión Soviética.

Como toda película de terror tiene un comienzo que augura que el desenlace, este no es muy auspicioso. Las historias que su madre le contó cuando era niño son el saborizante ideal para maquinar y crear una mente siniestra que llevaría a la creación de un monstruo. Su hermano mayor Stephan fue raptado por unos campesinos que lo desollaron y acabaron comiéndoselo. No fue un hecho aislado, ya que por aquel entonces -la década de los años treinta en Ucrania-, el secuestro y asesinato de jóvenes era de lo más común debido a la falta de alimentos. El canibalismo era una práctica habitual.

Nacido en 1936 en la Rusia estalinista, la guerra el plato principal que causaba muchos estragos en el país llenando de cadáveres por doquier, alimentando la inocencia de Chikatilo. Con un carácter inseguro e introvertido era acompañado por las burlas de sus compañeros que se mofaban de él por ser miope sin lentes, causal para ser el blanco de ataques. Le insultaban, le bajaban los pantalones y le abofeteaban hasta que caía al suelo. Todo ese acoso fue minando su dignidad, aumentando su timidez hacia las mujeres y, por tanto, reduciendo sus posibles experiencias sexuales. Algunos testimonios apuntan a que su primera eyaculación no fue durante el acto sexual, sino tras abrazar a una chica durante unos segundos. Cuando se corrió la voz de lo sucedido, todo el mundo comenzó a mofarse de él. Se cree que aquello fue la gota que colmó el vaso. Habían despertado a la fiera. Sin pensar seria base fundamental para crear un carácter que a futuro desencadenaría su instinto animal. 

Con el paso del tiempo, tuvo que transitar de manera obligatoria en el ejército ruso, no bajaba esa sensación que iba creciendo dentro de él, esas necesidades de algo indescriptible. Como cualquier persona común y corriente, contrajo matrimonio. Lo hizo con una de las amigas de su hermana, teniendo una relación sin mayores percances y siempre mostrando una actitud sumisa, trabajadora, educado, tranquilo, sosegado y cariñoso. Esto indicaba una personalidad amable y muy familiar, no teniendo inconvenientes con su esposa, hijos o quien estuviera a su alrededor.

Sus estudios en lenguas y literatura rusa dieron pie para ejercer cargos de maestro, lamentablemente dentro de su interior comenzó a crecer una fascinación por menos de doce años siendo sorprendido por sus propias alumnas masturbándose en los pupitres de estas. Esto desencadeno el nacimiento de una abominación que con las siguientes líneas vamos a ir conociendo.

En el año 1978, Chikatilo convenció a una niña de 9 años a acompañarlo a una cabaña a las afueras de la ciudad dado el carácter afable del profesor. Una vez dentro, empezó a desnudarla salvajemente.

Durante el forcejeo, la niña se hirió en un brazo y, al ver la sangre, Andréi tuvo una erección. Aquella sorprendente excitación provocó en él un deseo brutal de matar a la niña. Cogió un cuchillo y con cada puñalada que asestaba sintió que podía llegar al orgasmo. Y así fue: gracias a aquel asesinato pudo eyacular como no lo había hecho en años. Acababa de percatarse de que el dolor ajeno le permitía alcanzar su propio placer.

Tras el crimen, el cuerpo de la menor fue abandonado, posterior encontrado por la policía, mutilado y sin un ojo, que pasaría a formar parte de la firma personal de Chikatilo. Tras las burlas que recibía este profesor por su personalidad, efectuó un cambio de profesión y comenzó a trabajar en una fábrica, pero aun así su sed de sangre no bajaba. A partir de 1984 -año en que asesinó a quince personas- su característica cautela iba cediendo terreno frente a sus macabros deseos. Durante los siguientes doce años, Chikatilo asesinó a cincuenta y tres personas después de elegir cuidadosamente a sus víctimas en las estaciones de trenes y autobuses de la localidad de Rostov. De ahí su apodo: el ‘Carnicero de Rostov’.

Jóvenes y niños que habían escapado de casa o con retrasos mentales eran el principal objetivo y así cometer sus insanos deseos. La policía no daba con el real autor de los hechos, teniendo como sospechosos a más de 25.000 perfiles del supuesto asesino, mientras tanto, este seguía asesinando, hasta que un día le detuvieron por proponerle sexo oral a una prostituta. Aquel desliz hizo que la policía registrara sus pertenencias. Encontraron un bote de vaselina, un cuchillo de cocina, una cuerda y una toalla. Parecía que habían dado con el ‘Carnicero de Rostov’, pero su sangre no se correspondía con la hallada en las escenas de los crímenes.

Pasó casi un año, en 1985, volvió a matar. Y siguió haciéndolo hasta que el 5 de noviembre de 1990 asesinó a su última víctima en la localidad de Leskhoz. Seiscientas personas llegaron a formar parte del operativo para la busca y captura de este asesino en serie.

Quince días después, Chikatilo fue arrestado en la estación de la citada población. Uno de los agentes se dio cuenta que tenía un dedo vendado y que su camisa y su mejilla estaban manchadas de sangre.

Diez días resultaron suficientes para que Andréi hablase. Fueron interrogatorios muy duros en los que le asediaron hasta la extenuación para que se desmoronase. Finalmente, y tras múltiples intentos, optaron por utilizar a un psiquiatra. Bastaron dos horas para que el sospechoso accediese a confesar si dejaban de atosigarle.

Durante ese tiempo explicó su terrible infancia y qué le llevó a cometer los cincuenta y tres asesinatos -treinta y una mujeres y veintidós hombres-. Además, con ayuda de un maniquí, describió cómo perpetraba las vejaciones y mutilaciones. Su testimonio horrorizó a todos los allí presentes. No podían creer que por fin hubieran dado con el asesino en serie más despiadado del país.

El 15 de febrero de 1994 fue ajusticiado y declarado culpable de cincuenta y tres asesinatos y cinco violaciones. Fue condenado a la pena de muerte. Aunque apelaron para evitar la ejecución del preso, Andréi Chikatilo murió de un tiro en la cabeza.

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Modificado por última vez en Viernes, 24 Septiembre 2021 19:40
Mario González

Mario González Calderón ( Capitán UFO )
Jefe de prensa en Histrionico.com
Conductor de Radio FM.
Director del equipo de investigación y divulgación "Observador de Estrellas Chile"
Creador y editor de la revista de Ufologia, Paranormal, historia y ciencia "ODE NEWS" 

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