Marzo 19, 2024

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81-82-83…Los años hechos en Chile Las bandas que existieron en el período más difícil del Rock Chileno. Destacado

Los Jaivas Los Jaivas

Todo comenzó en 1981, el 22 de agosto… era el regreso de Los Jaivas a Chile, todo el mundo lo esperaba y no había como cuernos conseguir una maldita entrada. Suena el timbre, abro la puerta y mi amigo -LeMaître- esbozando una sonrisa me dice -¿Quierís ir a ver a Los Jaivas? Su viejo le había conseguido 2 entradas casi en el techo del Caupolicán, y claro que valían oro para nosotros.

Nos fueron a dejar…cuando nos íbamos bajando del legendario Citroen Ami8, don Héctor advierte; ¡Mucho cuidado con meterse en guevadas, chiquillos de mier….! Eran años de cruenta dictadura y teníamos escasos 15 años (de hecho, no entendíamos como habían podido entrar al país a tocar -muchos artistas chilenos y extranjeros que no eran de la simpatía del gobierno eran devueltos en el aeropuerto-).

Se apagan las luces y aparecen los Parra, Alquinta y Mutis… nunca había visto tanto hippie junto…. Fue absolutamente alucinante y no por la marihuana de los de la primera fila, si no porque era nuestro primer concierto de rock y con la banda chilena más importante e imponente que ha existido. Radicados a las afueras de París desde que la dictadura cayó como un manto negro en la Argentina el 76, Los Jaivas venían con un aire de frescura y modernidad tan necesario para cualquiera que tenga la libertad como un ideal. Verlos llegar -en esa época- era como ver aterrizar y una nave extraterrestre. Gabriel Parra atrás de la Ludwig Octoplus (su inmensa mole de tambores), era un espectáculo aparte… Mucha información para unos chicos de 15.

Muchas fueron las bandas que, a raíz de la apertura que provocó ese concierto se atrevieron a salir. Hablamos de que en esos años no había -donde carajo- tocar…nadie se quería arriesgar y aparte, el toque de queda (ahí si, NADIE salía). Dentro de los pocos escenarios disponibles, estaba el Café del Cerro o el Café Ulm -reductos casi exclusivos del canto nuevo-, o el Galpón Los Leones, pero tenías que arrendar la sala...¿Y el sistema de sonido? ¿y si no viene nadie? ¿y si llegan los pacos?... entonces, hacer rock en esos años era casi un apostolado.

Existía otro circuito, el del mítico gimnasio Manuel Plaza en Pza.Egaña. Pero ese era territorio de los metaleros (Panzer, Tumulto, Turbo… por nombrar algunos). El mundo al cual nosotros pertenecíamos estaba más emparentado con la música progresiva. Ahí es donde aparecen, Andrés y Ernesto + Alejaica, Quilín, Fuga de Elfos, Generaciones, Evolución, La Banda del Gnomo, Ojo de Horus (en su primera formación con un Ángel Parra de 17 años, recién llegado de Francia). Muchas de estas bandas albergaban a músicos que posteriormente serían parte del movimiento Rock-Pop-NewWave que comienza el 84 con Los Prisioneros, pero eso es para otra historia.

En 1982, la posibilidad de tener cerca algún ídolo de tu juventud era impensada… por eso cuando Sui Géneris anunciaba su gira de reunión (con un concierto en chile), nos caímos de la silla… literalmente. La ilusión duró menos que un Candy; el concierto fue prohibido por considerarse -peligroso para la juventud- (Declaraciones del General Sergio Badiola, director de la entonces Dirección General de Deportes y Recreación, DIGEDER y contralora del Estadio Nacional, recinto donde estaba programado el concierto). Algo nos recordó de improviso que seguíamos en dictadura. Pasaron un par de semanas y -LeMaître- me llama contándome que en el desaparecido cine Continental (Teatinos a pasos de la Alameda) exhiben Adiós Sui Géneris -La película-…y en rotativo!!!! Lo mismo que habían censurado los milicos, lo estaban pasando bajo sus narices, literalmente, en la vereda del frente de La Moneda. Recuerdo que estuvimos todo un día metidos en el cine viendo el film, cantando hasta saberlo de memoria. Fue nuestra dulce venganza contra la censura. El show de Los Jaivas del 81 nos recordaba mucho al Adiós Sui Géneris -y bueh, ahí descubrimos que ellos habían hecho la iluminación del concierto ese 5 de septiembre del 75 en el Luna Park. (se habían radicado en Buenos Aires luego del golpe del 73). Como siempre, todo estaba relacionado.

1983 llega cargado de cambios… o por lo menos intentábamos cambiarlo. Las protestas contra el gobierno se hacen más duras y como respuesta, la cantidad de desaparecidos crece. Sin embargo la presión logra algunos frutos y pequeños espacios para poder tocar comienzan a abrirse. Es el año en que mi compinche y yo dejamos las guitarras acústicas, yo me pasé al bajo, él a los teclados y formamos nuestra primera banda de  rock: Tópico de Cáncer (que nombre más pretencioso…), el resto de la banda eran algunos compañeros míos de colegio… con el tiempo me dí cuenta que la posibilidad de que hubiera un guitarrista eléctrico y un baterista bien equipados en el mismo curso, escapaba a cualquier posibilidad lógica en esos años.

Recuerdo uno de los primeros atisbos de permisividad… ese invierno se anunciaba un recital en el Caupolicán. Tocaban algunas de las bandas que mencioné anteriormente, pero el cabeza de cartel (término para definir al plato fuerte de la noche), en esa oportunidad era La Banda Metro. Los Police chilenos como se les decía burdamente, era el grupo que mejor sonaba entonces y también eran los más experimentados (pero también la falta de difusión y de escenarios terminó con ellos). Con un panorama tan adverso, siempre está la deuda de un homenaje a los que siguen el camino del arte.

A  fines de ese año aparece en Radio Carolina un programa nuevo…Raíces Latinoamericanas. Su conductor, Juan Miguel Sepúlveda (artífice y organizador de varios espectáculos de rock), abre la posibilidad que bandas nuevas puedan grabar su material en un estudio de grabación profesional y que te pasen el tema por la radio. Weón! Hay que inscribirse ya! Habíamos perdido la fé, cuando un llamado nos agenda para grabar los primeros días de 1984. El estudio en cuestión era ACUS, estaba en una vieja casona colonial del barrio Lastarria esquina Merced, hoy ya no existe… el terremoto del 85 la dejó en pésimas condiciones y hubo que demolerla. Al otro lado del vidrio, Walter Romero, en ese entonces joven ingeniero nos hace sonar. -LeMaître- detrás de un piano Fender Rhodes y un sintetizador Mini Moog no puede ocultar su emoción…ninguno de nosotros en realidad. Nos tocaron bastante ese año, y tocamos bastante en escenarios también… pero habría algo que cambiaría todo… una vez más.

El 4 de agosto de ese año (en este país todo sucede en invierno por lo que parece), Charly García da finalmente su primer concierto en Chile. El lugar escogido: El Gran Palace, el cine más grande de Santiago. Fueron 4 conciertos en 2 días…Nunca había escuchado la música sonar así, ni ninguno de los que estábamos en el teatro. El primer golpe directo al mentón…todo explotó, la gente se paró de los asientos a bailar, pero los acomodadores tenían órdenes estrictas de mantener al público sentado, hasta que en un altercado en el que querían sentar a una chica, García para el show y le dice -Vos dejála tranquila y vos -a la chica-, bailá- Todos en éxtasis, por fin alguien decía las cosas que nosotros no podíamos…(esa noche conocimos a Quaranta, iluminador de Charly y a Amilcar Gilabert, su sonidista… estábamos detrás de la consola). La historia se repite, como San Martín y su ejército libertador, Charly dejó una huella en la cultura y en la música… fue gracias a esos conciertos que miles de bandas chilenas comenzaron a proliferar. Quedaban años todavía muy difíciles y oscuros, pero una nueva generación ya estaba saliendo a tocar y a decir lo que no podíamos decir.

 

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Modificado por última vez en Lunes, 10 Mayo 2021 01:43
Andro Cattoni

Andro Cattoni

Músico, Publicista y Director de Arte.

Fue bajista y vocalista de la banda de rock DoctorNo.

Trabajó en varias agencias publicitarias como BBDO Worlwide, UnlimitedBMG Interactive y actualmente se dedicaa desarrollar música para cortometrajes y variadas campañas publicitarias.

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