Abril 25, 2024

Login to your account

Username *
Password *
Remember Me

Create an account

Fields marked with an asterisk (*) are required.
Name *
Username *
Password *
Verify password *
Email *
Verify email *
Captcha *
×

Advertencia

JUser: :_load: No se ha podido cargar al usuario con 'ID': 806

Valora este artículo
(1 Voto)

Existen muchos géneros en la literatura actual, tales como el romance, la novela histórica, la novela negra, etc., pero un género no muy conocido, es el de la novela distópica, que cada cierto tiempo llega a la palestra por que es adaptada a la pantalla grande.  Este es el caso, por ejemplo, de “los juegos del hambre”, “Divergente”, “Máquinas mortales”, “Mentes Poderosas”, “Ready Player One” y así suman y siguen.

Valora este artículo
(3 votos)

 

Raquel se puso de pie, acomodó su cabello una vez más para tratar de cubrir su rostro y se retiró al baño. Mientras tanto, creyendo que ya todo estaba decidido, Darío pidió la cuenta y se bebió de un sorbo el vino que le quedaba en la copa. La muchacha se sentía muy confundida además, de un poco ebria, estaba disfrutando la cena, se había reído mucho, como hace mucho tiempo no lo hacía, el tipo era divertido, era guapo aunque algo raro, muy directo y pretencioso, pero siendo sincera, ella sabía que en sus condiciones nadie podría acercársele, quizás, ésta era la última oportunidad de conocer el amor, o por lo menos de saber lo que era tener el cuerpo de un hombre junto al suyo, ya que sufrió el accidente cuando era una adolescente y jamás había hecho el amor con nadie, ni antes, ni después.

Valora este artículo
(2 votos)

La pobre chica sintió un frío que le recorrió el cuerpo, no sabía qué pensar, sólo tenía ganas de salir corriendo; “es una broma” pensó, pero Darío se apresuró a explicarle. El lunático no pudo llegar sólo hasta la mesa porque tenía los ojos vendados, se tomó muy en serio eso de la cita “a ciegas” y no quiso ver al objeto de su deseo ni siquiera durante la cena, le pidió aceptarlo, ser parte de su fantasía por un rato, darle ese gusto y dejarle ser feliz en su locura. Ella muy tímida resolvió decir que sí.

Valora este artículo
(3 votos)

Al volver del almuerzo Darío se encontró con la nota pegada a la puerta. La hoja de cuaderno estaba escrita con bolígrafo y con una desastrosa caligrafía, una letra bien fea en realidad, esto molestó de sobremanera a aquel detallista y obsesivo hombre, la repulsión sobre ese papel era evidente, lo quitó con asco de la puerta y antes de echarlo al basurero le dio otro vistazo por si era algo importante. Vio que estaba firmado por Lucía pero no se animaba a leerlo, la letra casi ilegible le desagradaba de sobremanera y solo quería retirarlo de su vista. Lo dejó en un cajón por si más adelante se animaba a saber qué era. Pasaron un par de horas y finalmente abrió el cajón. La repulsión que le provocaba la hoja rasgada y la letra fea era casi incomprensible, ese hombre flaco y extraño deseaba quemar ese papel y eliminar toda pista de él, pero al ver nuevamente la firma, pensó que si ese horrendo mensaje venía de parte de Lucía podría ser algo bueno así que finalmente se dispuso a leerlo:

Valora este artículo
(1 Voto)

Miento porque oculto

lo que me hace ser real.

Miento porque siento

que esa es la verdad.

 

Miento porque Dios

me dijo "Mentiras, esa es tu condena,

el pecado original".

 

Miento desde antes y mentiré después.

Miento de venganza

y miento de placer.

 

Miento porque así

mentiras haré saber

y sabiendo que es mentira

a mentiras volveré.

 

Miento porque mintiendo

nada conseguiré

y como no consigo nada

pues siempre mentiré.

 

Miento por la angustia

que me has hecho sentir

y espero que ahora sepas

que siempre he de mentir.

 

Miento en los poemas

que arrastro sobre mi

y no creas cuando muera

que hasta en eso he de mentir.

 

Miento cuando digo

que te he sido fiel

y por esa gran mentira

miénteme también.

 

Diría que no miento

pero eso sería mentir

y espero que nos mintamos

y así poder vivir.

 

Miento aquel mundo

que me obliga a madurar

y acojo la mentira

a la que el mundo me ha de atar.

 

Me miento a mí mismo

lo cual es lo peor

ya que creo en mis mentiras

y desato la pasión.

 

Miento porque así

la mentira llevara

a que todos nos mintamos

si es que existe una verdad.

Valora este artículo
(2 votos)

La mañana pasó rápido, hubo varias ventas. Corría un poco de viento esa tarde, estaba caluroso pues se acercaba el verano, ya estábamos a punto de cerrar para ir a almorzar, cuando entró a la zapatería una mujer rara, con un bonito cuerpo que era opacado brutalmente por su rostro; tenía una horrible hendidura en su pómulo derecho, una tremenda cicatriz que comenzaba en la comisura de los labios y terminaba en la oreja izquierda o quizás viceversa. Fue inevitable quedarse mirándola y ella lo notó, se sonrojó y escondió aún más su feo rostro bajo el abundante cabello rubio que tenía suelto, se apoyó en el mesón y me habló.

Valora este artículo
(0 votos)

Para los seguidores y amantes de los libros del genero de acción y fantasía, quiero reseñarles una de mis sagas favoritas, que ya cumplió nada menos que 23 años desde que se escribiera su primer libro.  Me refiero a la saga “El Legado”, que quizás por este nombre no sea muy conocida, pero si decimos que el primer libro de esta saga se llama “Eragon”, resulta mucho más familiar, ya que incluso se hizo una película, que lamentablemente, como suele suceder con todas las adaptaciones que hace el cine de obras literarias, dejó bastante que desear.

Valora este artículo
(3 votos)

Me llamo Joaquín y trabajo vendiendo zapatos, lo sé “ni un brillo” pero no es tan fome como creen y la paga me alcanza para mis gastos y algo más, así que estoy bien. En la zapatería trabajamos pocas personas: Don Mario que, como todo buen jefe, llega tarde, falta cuando quiere y a veces se va a almorzar y al volver no atiende público por sentirse “indispuesto” aunque en realidad es evidente su olor a vino. También, dos vendedores, uno de ellos soy yo y la cajera.

Valora este artículo
(2 votos)

Me dejó en un paradero fuera de la autopista, una parada en la caletera donde podría tomar un bus de vuelta a mi ciudad. Antes del adiós, me dio un billete para el pasaje y mirándome fijamente a los ojos se despidió de mí. Ha sido increíblemente esplendida tu visita, espero que tu vida mejore – me dijo como si supiera lo que había pasado, y con un beso dulce en los labios se terminó todo. En fracción de segundos comprendí que la fantasía llegaba a su fin y la realidad me dio una cachetada dolorosa. Lo miré y contuve las ganas de llorar. De emoción de tristeza, no lo sé realmente. Me bajé rápido de la camioneta roja y lo miré alejarse.

Valora este artículo
(2 votos)

Luego de terminar de comer, lavé la taza que usé, la dejé en el lavaplatos boca abajo y me tendí en la alfombra frente a la chimenea encendida. El calor era tan reconfortante, la alfombra era muy gruesa y lanuda, era esponjosa y calentita, puse un cojín de la cama como almohada sobre la alfombra y me arropé con el chal del hermoso sillón de madera. Estaba envuelta en esa atmosfera rara y me gustaba la sensación de no ser yo misma por un tiempo, la pregunta sería cuánto.

Página 5 de 5