Marzo 29, 2024

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¿Qué piensas cuando escuchas o lees la palabra balance? Usualmente pensamos en una balanza y en cómo las cosas se encuentran iguales con relación a una con la otra.

 Esta semana ha sido una que me ha tenido buscando paz en todo momento. Mi lunes comenzó con caos y a las 2:49 de la mañana de hoy sábado cuando tengo el tiempo para hacer la columna de hoy, el caos permanece. Por alguna razón desconocida dije: hoy es viernes, todo el mundo debe de estar en bajas y será un día tranquilo. Pues no, no lo ha sido, realmente me he sentido sumamente agotada física y mentalmente.

No recuerdo haberles contado antes, pero soy la mayor de 5 hermanos. Actualmente y por un mes más tengo 37 años y el más pequeño de casa acaba de cumplir 19 años. Todos estamos en etapas distintas en nuestras vidas, somos 2 casadas y 3 solteros, aunque uno de ellos esta próximo a tirarse la soga al cuello, se comprometió el verano pasado.

Estamos viviendo en un mundo lleno de incertidumbres, cambios constantes e imprevistos. Tal vez te has encontrado que tu vida cotidiana ha cambiado, inclusive si te encuentras trabajando desde tu casa. Ahora la mesa del comedor puede ser el centro escolar, escritorio de trabajo y lugar de hacer los trabajos asignados como los proyectos especiales de los niños. Si los niños son más grandes puede ser que sus cuartos ahora son más escuelas que el lugar de descanso y sosiego que eran antes que nuestras cambiaran.

Puede que en dos años más tardes nuestras vidas vuelven a cambiar, ahora las escuelas y los trabajos están buscando opciones para reabrir y volver a lo más parecido a la normalidad.

Aunque estamos en lugares conocidos, nuestras casas, la realidad es que estamos en un territorio desconocido y con posibilidad de cambio en cualquier momento. Los trabajos no se encuentran estables, las escuelas abren hoy para cerrar mañana y no vemos un norte.

Todo esto puede ocasionar que nos preocupemos en exceso. Ya sea de manera consciente o de manera inconsciente las preocupaciones pueden ocasionar que sintamos ansiedad e inclusive enfermarnos físicamente. Esto puede afectar tu vida diaria, así como en tu apetito, hábitos de tu vida diaria, relaciones, tus hábitos del sueño y como te desempeñas en el trabajo. Esto también te puede llevar a malas prácticas alimenticias, fumar o abusar del alcohol y las drogas. Sin embargo, hay aspectos positivos de la preocupación siempre y cuando sepamos preocuparnos de manera saludable. La preocupación te ayuda a prepararte para los cambios, te ayuda a que puedas entregar tus trabajos a tiempo y te puede servir como motivación. ¿Cuáles son algunas de las estrategias que podemos poner en funcionamiento para sacar provecho a la preocupación?

Deberás tener un diario o una agenda. De estas hay diferentes tipos, puedes tener una del día a día, una de gratitud, alguna que te ayude con tus finanzas. De la mano está el saber planificar. Esto es importante, ya que te ayuda a enfrentar mejor los posibles cambios que puedan llegar a tu vida. La meditación también te ayudará a despejar tu mente y poder visualizar tus metas. La visualización también es de gran ayuda, el saber lo que realmente quieres te ayudará a tener menos incertidumbres en cuanto al proceso. Por último, tener una actitud positiva, pero balanceada, ya que como habíamos hablado antes la positividad también puede ser tóxica.