Marzo 28, 2024

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Crítica literaria - Los periplos del investigador Cayetano Brulé.

La literatura negra, o policial, en la escritura nacional nunca ha sido muy fructífera, a no ser por dos o tres escritores que se han dedicado al género, tales como Roberto Bolaño, Poli Delano y Roberto Ampuero que le han dado vida al género y han demostrado que existe un amplo público lector ávido de este tipo de historias logrando que sea un éxito en las librerías y ahora también en el formato electrónico.

Roberto Ampuero, escritor y político porteño a sido uno de los autores más prolíficos en este género, y personalmente uno de mis escritores favoritos de la literatura contemporánea chilena, gracias a una escritura que se basa en un lenguaje cotidiano y simple, cosa que lo hace bastante fácil de leer, historias entretenidas, personajes que puedes reconocer al salir a la calle y por último que sus historias se desarrollen  en lugares casi icónicos de Valparaíso y Viña del Mar, como el bar Cinzano, el café Riquet, el Valparaíso Eterno, y describir también en forma magistral lugares más lejanos, como Cuba, Alemania y México.  Esto último sin duda gracias al conocimiento que tiene de todos estos lugares durante el tiempo que vivió fuera del país, entre el año 1974 y 1993, momento en que regresa a Chile, para dedicarse al corretaje de propiedades y la construcción, y de forma anexa, casi como un pasatiempo dedicarse a la escritura, cosa que había hecho durante casi toda su vida.

Será en este año que publicará su primera novela policial, “¿Quién mató a Cristián Kustermann?”, la que le hará ganador del premio de la Revista de Libros del diario El Mercurio.  Pero más importante que los premios y el hecho de que esta novela significó hacerlo conocido en el circulo literario nacional, se encuentra el haberle dado vida a uno de los personajes más entrañables de sus novelas, el detective privado Cayetano Brulé.

Cayetano es un cubano radicado en Chile, hace ya un par de décadas, que vive en un cerro de Valparaíso y se gana la vida como detective privado, en una pequeña oficina que tiene instalada en los altos del reloj Turri.  Por lo general se dedica a resolver casos de poca monta, como infidelidades, robos en empresas pequeñas o seguimiento de personas.  Para esto cuenta con la ayuda de su fiel ayudante Bernardo Suzuki, un joven que durante el día hará las labores de secretario, junior y a veces hasta cocinero y por las noches atiende el “Kamikaze” una pequeña fritanguería ubicada en el barrio puerto.  En el desarrollo de la primera novela, conoceremos parte de la vida del ya mayor investigador, de como añora su Cuba, la que tuvo que abandonar a temprana edad junto a sus padres, los motivos por los cuales terminó viviendo en Chile, la vida que lleva ahora en Valparaíso, sus amores y desengaños.  Varias veces hará reír con sus comentarios mordaces y las críticas que el hace hacia los chilenos como sociedad.  Como dato anecdótico, cabe mencionar, en los métodos a los que debe recurrir para resolver y averiguar sus casos, ya que en la época donde se desarrolla el relato no existen los teléfonos celulares, tampoco internet, por lo que debe ir a buscar información a los archivos de los diarios, y las llamadas telefónicas le llegan a un teléfono de red fija de un bar que suele frecuentar

La segunda entrega de las historias de Brulé sale a la luz al año siguiente, 1994, y se titula “Boleros en la Habana”.  Siguiendo la misma fórmula que con el primer libro, Ampuero continua con su escritura ágil y entretenida, llevando al detective dos años después de la primera historia, y contando una historia de tráfico de drogas, en el cual estarán involucrados agentes de gobierno, cosa que lo hará más complicado de resolver.  La mitad de la historia transcurre en la Cuba y el resto en Chile, y tiene un final que sorprende.

“El alemán de Atacama”, publicado el año 1996, es la tercera aventura de Brulé, y se desarrolla casi por completo en San Pedro de Atacama.  Esta vez, el detective deberá resolver el asesinato de Willi Balsen, un alemán que llegó al país para trabajar en una pequeña organización privada que ayuda a los países pobres y tienen un proyecto en el desierto de Atacama, donde financia la construcción de pozos y acequias.  En esta historia veremos un crecimiento tanto en el personaje como en la manera de escribir de Ampuero, obviamente esto sin afectar la entretenida y ágil escritura a la que ya nos tiene acostumbrados.

 “Cita en el Azul Profundo”, la cuarta entrega de esta saga del año 2004, mi favorita de la saga muestra un aspecto más íntimo del personaje, donde se muestra vulnerable y al borde del abismo, tanto por los acontecimientos que suceden en la historia, en lo referente al nuevo caso que se le encarga, como a su vida personal, donde tendrá que vivir un quiebre amoroso, y cargar con el hecho de volver a sentirse enamorado.  Y lo que más llama la atención de este caso, es que será por encargo de alguien que ya esta muerto, cosa que aumenta más la curiosidad por saber en que concluirá la historia.

Al año siguiente se publicará “Halcones de la noche”, una historia con más matices políticos.  Para mi gusto, una de las más débiles, y que por instantes se vuelve bastante densa, mezclando tanto hechos ficticios como reales.  El 2008, vendrá un viaje al pasado con “El caso Neruda”, una curiosa aventura del detective, que nos y traslada al año 1973 cuando un noven Cayetano Brulé conoce a un anciano Pablo Neruda, que ha regresado hace poco a Chile y que involucrará al detective en una investigación donde se mezclaran la intriga, la poesía y las pasiones amorosas, teniendo como telón de fondo el fin de una era. 

El año 2013 se publica la última novela de Ampuero con Cayetano como protagonista, se trata de “Bahía de los misterios”, historia con la que vuelve a retomar el estilo al que nos tenía acostumbrados el escritor.  Una historia que atrapa desde el primer momento con el descubrimiento del asesinato de un profesor norteamericano, apareciendo la cabeza del hombre en la calle Esmeralda de Valparaíso, mientras que su cuerpo aparece en una alcantarilla con una guadaña grabada a fuego en el pecho.  Como en las primeras historias del detective, se trata de un relato ágil y entretenido que toma un viaje vertiginoso por todo Valparaíso. 

Sin duda una excelente historia para finalizar la saga de don Cayetano Brulé, un personaje genial lamentablemente no a sido reconocido como se debiera en el ámbito de la escritura policial, y que con esta crónica ojalá despierte la curiosidad en quienes disfrutan de la lectura, y en especial de las novelas de corte detectivesco.

 

 

 

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Modificado por última vez en Miércoles, 21 Abril 2021 20:24
Francisco Pérez

Fanático de la lectura

Autor senior en Histrionico.com

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