Nueva reseña para Histriónico, y con un libro que salió a las librerías el primer semestre de este año, novela que me tenía entusiasmado e intrigado por tratarse de una novela histórica con uno de mis temas favoritos: la Guerra del Pacífico.
Anteriormente les había traído una reseña de la novela “Huáscar” de Carlos Tromben (Leer reseña aquí) la cual me dejó con muchas ansias de seguir leyendo novelas de este período histórico, es por eso por lo que al salir a las librerías la novela “Fragata Cochrane”, del abogado Andrés Valenzuela quise enseguida poder disfrutar de una nueva historia, y esta vez desde el punto de vista de los antagonistas de la historia de Tromben.
Andrés Valenzuela ya había escrito una pequeña trilogía sobre la Guerra del Pacífico titulada “Misiones secretas de la Guerra del Pacífico”, formadas por las novelas “Pukará”, “Inti” y “Cuzco”, relatos que hablan sobre el servicio secreto chileno encargado de recopilar información secreta, desmantelar planes estratégicos y misiones de sabotaje. En “Fragata Cochrane”, nos trae una crónica sobre como fueron los días a bordo del blindado “Cochrane” desde que zarpa de la bahía de Valparaíso para unirse al bloqueo de Iquique, hasta lograr la captura del monitor blindado “Huáscar” el 8 de octubre de 1879 en la batalla de Angamos. Esta narración la veremos a través de los ojos de los tripulantes del “Cochrane”, algunos que existieron en la vida real como el capitán Enrique Simpson, el teniente Manuel Souper y el ingeniero naval británico Jones, y otros personajes sacados de la creatividad del autor como los marineros Ceferino Palma y Sebastián Rovira.
Cosas que destacar de esta novela son ciertos datos que al menos en lo personal ignoraba, como el hecho de llevar a la guerra a jóvenes adolescentes que provenían de la cárcel debido a no tener familia ni recursos para subsistir y veían la idea de ir a la guerra como una forma de tener un empleo, donde dormir y tres comidas diarias, como lo relatara uno de los protagonistas de la novela, de la misma forma se muestra como las mujeres eran parte importante de los destacamentos que se encontraban instalados en el norte de nuestro país y la mala fama con que la historia las tildo, cuando en realidad eran mujeres que manejaban fusiles y tenían responsabilidades tan importantes como cualquier soldado.
Lamentablemente también hay cosas que no me gustaron mucho de esta novela, lo primero que se trata de un libro de 156 páginas, cuando yo esperaba un libro bastante mas voluminoso donde me hablaran del blindado “Cochrane” desde que llego a nuestro país, el hecho de que estuvo a punto de ser vendido cuando el gobierno pasaba por una seria crisis económica, como fue uno de los buques más importantes de la escuadra a pesar de que en ese tiempo el buque insignia de la escuadra chilena era el blindado “Blanco Encalada”, gemelo del “Cochrane”. Otra cosa que no logra convencerme es la forma de relatar la historia que posee Andrés Valenzuela, ya que va lanzando historias y datos pudiendo lograr un hilo narrativo mucho más concreto y darle robustez a la historia, pero al contario muchas veces llega a ser inconexa una historia con otra, llegando más a tratarse de una crónica que de una novela propiamente tal. De la misma forma hay un par de anécdotas, que no quiero contarlas para no hacerles spoiler del libro, pero que quedan sin conclusión, y uno como lector espera que más adelante llegue algún tipo de cierre de estas pequeñas historias, pero no ocurre así.
Si tienen tiempo de leer esta novela, háganlo y saquen su propia opinión, a pesar de los peros que les mencioné, una de las cosas que destaco de esta historia es que se lee sumamente rápido, además de ser un libro cortito. Como salió este año es muy fácil de conseguir en librerías y también se encuentra en su formato digital para leerlo en lectores digitales, como ocurrió en mi caso que lo compré en formato digital para Kindle.
Nos encontramos pronto en una nueva reseña de libros en Histriónico, hasta la próxima.