Abril 20, 2024

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Los días en que Javier Castillo perdió la "cordura y el amor" - Por Francisco Pérez Destacado

En varias de mis reseñas literarias, les he presentado caso de escritores que comienzan a contar sus historias a modo de hobby, sin pensar que lo que están escribiendo, es tan bueno que puede llegar a convertirse en un éxito mundial y está vez, siguiendo la tónica, les traigo dos libros del escritor español Javier Castillo; “El día que se perdió la cordura” y “El día que se perdió el amor”, que como podrán adivinar por sus títulos, uno es la continuación del otro.

Pero comencemos primero, por hablar un poco de la historia de este escritor.  Castillo, como antes lo mencioné, es un español de la localidad de Málaga, que a los 27 años trabajaba como asesor financiero, en una destacada empresa, a la que para llegar debía viajar 45 minutos en tren cada mañana, y por la noche hacer el mismo viaje de regreso. Mientras los pasajeros del tren se dedicaban a ir absortos en sus celulares, oyendo música o simplemente durmiendo, Castillo acompañado de su computador personal, daba forma a lo que sería su primera novela, el thriller romántico “El día que se perdió la cordura”.  Un año y medio le tomó a este neófito escritor terminar su libro.  Con la firme convicción de que su libro valía la pena, a finales del año 2014 escribió a una decena de editoriales con el fin de ver si alguna estaba interesada en publicar su novela.  Sólo una le respondió, diciendo que recién podrían darle una respuesta a su manuscrito trece meses después, ya que la cantidad de escritos que tenían era inmensa, y se iban revisando de acuerdo con el orden de llegada.

Castillo al recordar esa época afirma: “para mí esto se trataba sólo de un pasatiempo, yo tenía un trabajo, y lo único que deseaba era que alguien me leyera.  Por eso decidí subir mi novela a Amazon, le puse un precio de 3 euros, se los comenté a mis amigos más cercanos y me olvidé del tema”. A las dos semanas, quiso comprobar si alguno de sus amigos la había comprado, y lo que descubrió al ingresar al sitio, superó todas sus expectativas.  “El día que se perdió la cordura” era número uno en España, y su libro aparecía en los ranking junto a las de Ken Follet y Pérez Reverte.  Por un momento Castillo pensó que esta lista estaba ordenada de forma alfabética, ya que no se lo podía creer.  Hoy, su primera novela lleva 33 ediciones con más de un millar de ejemplares vendidos; y cuatro libros publicados: “El día que se perdió la cordura”, “El día que se perdió el amor” (2018), “Todo lo que sucedió con Miranda Huff” (2019) y “La chica de nieve” (2020).  Lamentablemente la crítica a sigo egoísta con la obra de Castillo, ya que a pesar de ser un superventas y de que sus obras tengan millones de seguidores, los críticos ni siquiera emiten un mal comentario sobre sus publicaciones, peor aún, ignoran su obra.  Al principio Castillo no comprendía el desinterés de los medios, pero con el tiempo decidió aceptar que otros escritores necesitan mucha más atención para dar conocer sus obras y obtener más “pantalla” literaria frente a los lectores. 

¿Y por qué la primera obra de Castillo saltó a la fama con tanta rapidez? Primero, porque el género del thriller, el que el escritor cultiva en todas sus novelas, tiene una gran cantidad de seguidores en todo el mundo y segundo, es la trama de su novela, algo nuevo y fresco, que no se había visto, o más leído, en autores de este género, lo que trae una novedosa propuesta a los ávidos lectores de este género, y a los nuevos que llegaron atraídos por la propuesta de Castillo.

La historia del primer libro, “El día que se perdió la cordura”, comienza en el centro de la ciudad del Bostón, un 24 de diciembre, con un hombre desnudo que camina por la carretera portando en su mano la cabeza de un hombre decapitado. El doctor Jenkins, director del centro psiquiátrico de la ciudad y Stella Hyden, agentes de perfiles del FBI, se adentrarán en una investigación que pondrá en juego sus vidas y su concepción de la cordura.  Y así comienza esta intrincada novela, llevándonos de viaje entre el presente y el pasado, hace 17 años, a la ciudad de Salt Lake, donde unos sucesos fortuitos parecen haber sido el inicio del famoso "decapitador", como se le conoce a Jacob Frost, el hombre desnudo que da inicio a esta historia.  Se trata de una carrera en contrarreloj, con una sucesión de eventos que se irán entrelazando de a poco hasta lograr armar un rompecabezas donde la muerte y es destino serán los móviles principales.

Si bien está novela logra cumplir con todo lo necesario para lograr ser un gran thriller, falla un poco en la ejecución, pues le falta tomarse sus pausas para describir personajes y situaciones, por lo que en un primer momento cuesta empatizar con los protagonistas.  Por otro lado, no se trata de "la obra cumbre" del misterio, pues se nota que es la obra prima de Castillo, y varias veces se atropella en la narración, pasándose por alto el estilo narrativo que está utilizando, pero sin duda esto lo notaran los más puristas do quedaras el género, si buscas una buena historia de misterio, no quedarás para nada defraudado.  Como consejo, recomiendo leerlo con calma si no estás muy acostumbrado a este género, ya que te puedes saltar ciertos hilos de la trama, y más tarde tendrás que volver en la lectura para comprender ciertos detalles.

Vamos ahora con "El día que se perdió el amor".  Siguiendo la misma fórmula de su anterior obra, Castillo nos vuelve a llevar a un entrelazado entre el pasado y el presente, mezclando la suerte de sus personajes con su antes y su hoy, esta historia comienza con una joven desnuda llena de magulladuras que se presenta en las oficinas del FBI de Nueva York, llevando una nota amarilla con el nombre una mujer.  El inspector Bowring, jefe de la unidad de criminología, intentará descubrir que esconde una nota amarillenta con el nombre de una mujer que horas después aparece decapitada en un descampado. La investigará lo internará por completo en una trama donde se entrelazan el amor, el destino y la venganza, conectándose con la desaparición de una chica varios años antes y cuyo paradero nunca pudo descubrir.

Un año después de los sucesos ocurridos en Boston, con la novela anterior, Jacob y Amanda intentan comenzar una nueva vida juntos en Nueva York, pero la aparición de una enorme espiral pintada en la pared del salón de su casa, cambiará para siempre los planes que tenían para el futuro.  De qué manera los destinos de esta pareja se entrelazaran con los del inspector Bowring y la joven que llego a sus oficinas, es uno de los misterios que te dejo para que leas la segunda parte de esta historia.

En lo personal, considero que esta segunda entrega de Castillo está mucho mejor trabajada, además que se atan muchos cabos sueltos que quedaron en el primer libro, y que en ese momento uno criticaba, porque no se sabía que el escritor tenía planeado sacar una segunda parte.  Desde el inicio del libro, al igual que con el primero, la historia es fácil de leer y rápida si ya estas acostumbrado a este tipo de historias, los capítulos son más cortos que en el libro anterior, lo que facilita que quieras seguir con la novela para continuar descubriendo más detalles de la intriga que envuelve la historia.  Una característica que lo distingue del primer libro, es que la historia está contada en tercera persona a excepción de los capítulos de Jacob, que es contado por el propio personaje y en tiempo presente, de esta forma el personaje comparte de un modo más directo sus emociones y motivaciones. En resumen, encontraremos amor, misterio, enredos familiares, suspenso, secuestro, asesinatos, enfermedades mentales y extraños comportamientos, pero al final todo tiene su sentido de ser.  Y el final, sucede todo al mismo tiempo, salvo la parte dedicada a Carla, que sucede un año atrás en un monasterio.  Cosas que criticar, puede ser que nuevamente el escritor no profundiza mayormente en los personajes, y lo segundo que quizás, por mucho que se trate de una continuación, copiar la misma fórmula dos veces, no sé si resulte al cien por ciento.

Si consideramos ambas obras como un todo, puedo decir que es bastante recomendable, el ritmo en ambas entregas es bastante ágil y fácil de leer, no permite al lector aburrirse de la historia, y el final esta mini saga sorprende, además el epílogo es un maravilloso final a la historia, yo que tuve la oportunidad de leer ambos libros uno después del otro, puedo decir que los libros cumplen con lo que prometen, entretener y darte muchos momentos de suspenso, y ganas de querer leer un capítulo más.

Y con está reseña les dejó también la inquietud de colgar algún comentario u opinión si te interesó este libro o algún otro que haya reseñado anteriormente, o si estas interesado en que reseñe algún otro libro, como siempre todos estos comentarios lo pueden dejar en este link del foro de Histriónico, para que vayamos creciendo cada día más en esta comunidad amante de los libros y la cultura. Y como siempre… larga vida a los libros.

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Modificado por última vez en Lunes, 24 Mayo 2021 21:07
Francisco Pérez

Fanático de la lectura

Autor senior en Histrionico.com

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