Para elegirlos, tomé en cuenta tres hechos uno es el tiempo en que fueron publicados por primera vez, que en esta selección el más “nuevo” es de los años cincuenta, el otro aspecto es que la mayoría de los nombres de estas obras será reconocido por ustedes y un tercer aspecto, pero no menos importante, es que todas estas obras yo las conocí en mis tiempos de estudiante del liceo, ya sea porque las tuve que leer para alguna prueba, o por simple curiosidad de buscar nuevos títulos que leer en la biblioteca; y por qué utilizo este tercer punto en mi criterio, por que soy un convencido que es en este momento de nuestras vidas cuando la lectura puede ser la mejor compañera para el resto de la vida o simplemente pasar a ser una tediosa actividad para lograr pasar un ramo o tener una buena nota.   Hago este alcance, por que existen muchas excepciones para definir por que un libro debe llamarse clásico, en mi caso utilicé el criterio que les mencioné.

Para entrar en materia, el primer clásico de esta lista es “Lanchas en la bahía” del escritor chileno Manuel Rojas.  Este libro se publica por primera vez el año 1932, y se trata de la primera obra del autor.  La novela esta protagonizada por Eugenio, un adolescente que trabaja en el puerto de Valparaíso como vigilante nocturno en los faluchos (embarcaciones pequeñas), donde se guardan mercaderías en el puerto.  Llevando encima solo una manta, una linterna y una pistola, su misión es evitar que los “piratas”, como se les solía llamar a los ladrones de estas embarcaciones, suban al bote y roben los productos, no sin antes lanzar al mar al vigilante que oponga resistencia. Pero Eugenio una noche se queda dormido y es sorprendido al otro día, siendo despedido.  En sus andanzas buscando trabajo, conoce a dos lancheros el rucio del norte y Alejandro, quienes le conseguirán trabajo como lanchero, ellos son los encargados de la descarga y transporte de la mercadería desde los barcos hasta tierra firme.  Alejandro entabla una fuerte amistad con sus dos compañeros, el rucio del norte lo conduce a los prostíbulos de Valparaíso, donde conoce a Yolanda, de quien se enamora y por su culpa, después de una pelea a golpes es encarcelado por seis meses.  Trascurrido el tiempo de su condena, se reúne nuevamente con sus amigos y se embarca en un barco rumbo al norte, “a freír monos a Guayaquil”.  En lo personal es uno de mis libros favoritos, por que lo leí en el liceo, y el profesor que nos dio esta lectura, nos llevo de excursión a Valparaíso por todos los lugares que se mencionan en el libro, y fue una experiencia que hasta el día de hoy se agradece, y una de las razones por que recuerdo con tanto cariño esta obra.  La escritura de Rojas es muy ágil, y se hace muy entretenida de leer.

Continuando con este viaje, vamos ahora con “Cuentos de amor, de locura y de muerte” de Horacio Quiroga, escritor uruguayo reconocido a nivel mundial, y cuya obra se ha comparado con las narraciones del escritor norteamericano Edgar Allan Poe.  Publicado por primera vez el año 1917, este libro tiene una variedad de cuentos, que dependiendo de la edición van de quince a dieciocho cuentos, los cuales crean en lector un conflicto ético-moral por la temática de estos.  En su época fue muy criticado por la misma causa, ya que se le acusaba de hablar sobre temas que eran tabúes para su época, pero que, con el paso del tiempo, sus obras pasaron a ser de renombre.  Entre mis cuentos favoritos de este libro están “el solitario”, “el almohadón de plumas”, “la gallina degollada” y “los buques suicidantes”.  Si aún no lo has leído, y buscas una lectura que te de para pensar, lo recomiendo completamente.

Ahora vamos con “Estudio en Escarlata” del escritor inglés Arthur Conan Doyle.  Este libro publicado por primera vez el año 1887, y si les suena el nombre del escritor, es porque se trata del creador del famoso detective Sherlock Holmes, y este libro en particular es la primera aventura del famoso detective, que comienza con un médico retirado del ejercito llamado John Watson, que busca donde vivir tranquilamente en Londres, después de su ajetreada vida en el ejército.  En su búsqueda, llegará por intermedio de un amigo a Baker Street, donde un excéntrico hombre llamado Sherlock Holmes busca un compañero de piso.  Watson, que esperaba encontrar tranquilidad, descubre que su compañero Holmes es un conocido detective, al que la policía de Scotland Yard recurre con frecuencia.  Pronto el doctor Watson se verá envuelto en una de las investigaciones de Holmes, llevándolo a convertirse en el fiel ayudante del detective.  La historia está contada desde el punto de vista de Watson, y en lo personal, se trata de una de las mejores novelas del género policial de esa época.

El siguiente título puede ser desconocido para varios, se trata de “El país de las sombras largas” del escritor suizo Hans Ruesch, y fue publicada por primera vez el año 1950.  Esta novela llego a mi cuando cursaba segundo medio, y por su título asumí que se trataba de alguna alegoría a algún tipo de gobierno o alguna revolución política de algún tipo; pero cual sería mi sorpresa al leer por primera vez las páginas de este libro, que se trataba literalmente del país de las sombras largas, ya que la historia se desarrolla en al ártico, y esta protagonizada por Ernenek, un joven esquimal que nos irá narrando su vida desde su adolescencia, pasando por el momento en que consigue esposa, cuando se convierte en padre y el primer contacto que tiene con “el hombre blanco”.  El libro es una historia maravillosa que describe todas las costumbres del pueblo esquimal, y que más de una vez nos hace cuestionar las leyes y la moral de nuestra cultura, basada en tabúes y creencias sin fundamento práctico, a diferencia de la cultura esquimal. Una obra sumamente recomendable.

Vamos ahora con uno de mis autores favoritos, uno de los padres de las distopias actuales, Julio Verne, y su libro “Miguel Strogoff”. Publicada por primera vez el año 1876, esta novela la descubrí curioseando en la biblioteca del liceo, y me llamo poderosísimamente la atención, que un escritor con el cual estaba acostumbrado a títulos como “20.000 leguas de viaje submarino”, “la vuelta al mundo en 80 días” o “de la tierra a la luna”, tuviese una obra con el nombre de una persona en su título.  Por esta misma razón lo leí y no salí de la experiencia para nada defraudado, ya que la novela sigue las aventuras de un correo del zar Alejandro II, Miguel Strogoff, que es enviado para avisar de la rebelión tártara dirigida por Feofar y de la existencia de un traidor, el general Ogareff, quien planea destruir la ciudad de Irkutsk.  Durante su viaje por Siberia, Strogoff llega a su ciudad natal, donde es descubierto y capturado por las fuerzas rebeldes, quienes lo torturan hasta casi dejarlo ciego; pero Miguel logra escapar y cumplir su cometido, contrayendo finalmente, matrimonio con Nadia Fedor, una de las protagonistas de la historia.  Una historia llena de acción, con toda Rusia del 1800 de telón de fondo; una aventura que se lee sumamente rápido.

El siguiente libro es “El retrato de Dorian Gray”, del escritor británico Oscar Wilde, que curiosamente fue la única obra del autor publicada como novela, el año 1890.  Este libro, lo leí por la curiosidad que me despertó un termino que usaba mi papá, y que era quizás tiene el mismo secreto que “Dorian Gray”, cuando le pregunté a que se refería me explicó de que iba el libro y enseguida quise leerlo. ¿Y de qué trata?, bueno, todo comienza con el artista Basil Hallward, que impresionado por la belleza del joven Dorian Gray, decide pintarle un retrato.  En una de las numerosas sesiones en las que Dorian sirvió de modelo, conoce al amigo de Basil, Lord Henry, quien le indica al joven que “lo único que vale la pena en la vida es la belleza y la satisfacción de los sentidos”. Una enseñanza que se clava en el joven, y que lo destroza al darse cuenta de que cuando su belleza y juventud se desvanezca dejará de ser querido y admirado.  Por lo mismo, frente a su retrato, desea fervientemente tener siempre la misma edad y conservarse tal y como se ve su retrato por siempre.  Es así, como con el paso del tiempo, Dorian no envejece, y para su sorpresa el retrato comienza paulatinamente a mostrar el paso del tiempo.  Será así como el joven Gray, guiado por Lord Henry comienza una vida llena de excesos, o como diríamos hoy, lleno de “sexo, drogas y rock and roll”.  Este libro a sido catalogado como una de las primeras obras de terror gótico contemporáneas, describiendo un Londres oscuro y tenebroso, donde se analiza el narcisismo del ser humano y se critica de manera descarnada la decadencia de la sociedad, la vanidad, arrogancia, la moral perversa y torcida de la época.

Y para finalizar, uno de los clásicos que más añoranza me produce, ya que se trata de un libro que regalaron en una Navidad, en la que tenía nueve años, y fue el primer libro que leí completamente, y que tomo un mes y medio, casi todas las vacaciones de verano, ya que la singularidad que tenía este libro es que era una edición completa del año 1960, y por lo tanto tenia cuatrocientas y tanto de páginas.  Este libro es “Corazón”, del escritor italiano Edmundo de Amicis, que fue publicado por primera vez el año 1886.  Esta novela trata sobre las vivencias y experiencias de un grupo de niños y sus familias en torno al año escolar en un colegio de Italia, vista por los ojos de Enrique, un niño hogareño de clase media, bien educado, y que lleva una excelente relación con su maestro, y sus padres.  Pero lo que más me gustaba de este libro, era cuando llegaban los cuentos mensuales, que eran historias que el profesor leía a sus pupilos, de aquí salen historias que aún recuerdo como, por ejemplo, “el pequeño patriota paduano”, “el tamborcillo sardo”, “el pequeño escribiente florentino” y el famoso “de los Apeninos a los Andes”, cuento en el cual estaba basada la famosa serie de animación de los años ochenta “Marco”.  Sin duda, un libro infaltable en la literatura de cualquier niño.

Así termino esta entrega, mucho más personal, de lo que estoy acostumbrado a escribir, espero que la hayan disfrutado y que de paso le sirva a más de alguien para animarse a leer estas joyitas que el tiempo no a hecho más que demostrar que seguirán vigentes por mucho tiempo más.  Como siempre, animándolos a leer o releer estos clásicos y descubrir, nuevos libros.  Y como siempre digo… larga vida a los libros.

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