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¿Es necesario seguir los patrones que la sociedad nos dicta para ser feliz? - Por Sharon Torres Destacado

¿Es necesario seguir los patrones que la sociedad nos dicta para ser feliz? - Por Sharon Torres Vector de Fondo creado por macrovector_official - www.freepik.es

Hoy es mi cumpleaños número 38. Estoy a dos años de llegar a los 40 y me siento agradecida y afortunada de poder estar trabajando en cumplir mis sueños y metas. Me siento afortunada debido a que la sociedad en la que vivimos nos dice que hacer cualquier cosa nueva después de los 30 es un riesgo. Un riesgo porque estamos viejos, un riesgo porque ya deberíamos tener la vida entendida y domada.

A los 18 debes de haber terminado la escuela, cuatro años más tarde te debes de estar graduando de la universidad y si te vas a especializar en algo tienes 4 o 5 años más, según la sociedad. Según la sociedad a los 30 debes de tener casa propia, un empleo que debe ser con el que perdure por los siglos de los siglos y mínimo un hijo.

Este acondicionamiento de que si llegas a los 30 y no has logrado nada comienza desde que nuestros niños están en la escuela. ¿Se han fijado alguna vez como la estructura escolar no es tan diferente a la estructura laboral? Por ejemplo, tu niño se levanta a las 7 de la mañana (con suerte, recuerdo que ya a las 6 A.M. tenía que estar despierta), se prepara y se va directamente a la escuela, allí pasa todo el día en una silla obteniendo información, cambiando de salones con un timbre o una campana hasta que sean las 3 P.M., donde termino su jornada educativa. Luego, hace sus tareas o va a tutorías, come algo en la tarde y se va a dormir. ¿Acaso esto no es lo que ocurre exactamente en su trabajo? Este patrón se ve mucho más marcado si usted trabaja en una fábrica o línea de producción.

Para mí las normas que debemos de tener en nuestra sociedad deben ser de comportamiento como hacer las luces rojas, ayudar a nuestros ancianos, ser corteses, pero no en cuanto a cómo, cuando y donde aprendemos y nos desarrollamos. Este sistema que toma decisiones por nosotros, nuestro futuro y el de nuestros niños.

Un ejemplo de esto lo tenemos con Giuseppe Verdi. Verdi no fue aceptado a la escuela de música porque había pasado el límite de la edad para ser aceptado, además, colocaba sus manos de manera "errónea" en el piano. En estos momentos no disfrutaríamos de sus obras como Aida, si luego del rechazo se hubiera desalentado. Otro ejemplo, aunque un poco controversial, lo es Norman Borlaug. Este estuvo a punto de no entrar a ninguna universidad debido a que reprobó el examen de entrada de una de las universidades. Hoy Borlaug, es ganador del premio nobel por crear semillas que son más resistentes a los cambios climáticos y daños que pudieran ser creadas por insectos.

A lo que voy con todo esto es que no podemos permitir que nuestros sueños y nuestro propósito sea dictado por la sociedad. Que entendamos que estas guías creadas por la sociedad podrían ser factibles para algunos y no para todos. Recuerden lo que dijo Tomas Alva Edison "no falle en mil ocasiones, sino que el hacer una bombilla tiene mil pasos". Me parece que no falló, sino que encontró miles de formas de cómo no hacer una bombilla.

Un abrazo en la distancia a todos, su amiga,

Sharon.

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Modificado por última vez en Lunes, 12 Julio 2021 15:58
Sharon Torres

Puertorriqueña, Maestría en Salud Pública, CEO en 3WG Education.

Trabajo desde el 2009 en el área educativa y con comunidades de alto riesgo desde el 2010. Puedes escribirme a 3wgedpr@gmail.com 

Facebook | Instagram | www.3wged.com 

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