Hoy en día las noticias sobre violencia nos llegan mucho más rápido y fácil que en épocas anteriores. Hay unas noticias que son más destacadas que otras en los medios de comunicación, pero siempre llegan las noticias al respecto. Esto se ve amplificado con la cantidad de redes sociales a las que tenemos acceso. Hoy en día es más difícil no estar enterados de lo que ocurre en el mundo que antes. Y así como nosotros los adultos estamos expuestos a la violencia lo están los niños también. En ocasiones inclusive son los niños los que propulsan la violencia. Hace unas semanas estaba leyendo un reportaje de un niño de 14 años que asesinó a una niña de 13 años.

Desde hace algunos años hemos visto como los conflictos han ido en aumento. Hay muchos países que se encuentran atravesando momentos difíciles. Algunos países están en guerra con otros países mientras que en otros lugares los ciudadanos han salido a la calle a protestar por sus derechos y los diferentes gobiernos han tenido respuestas violentas hacia sus ciudadanos. Ejemplos de algunos países son: Afganistán, Siria, Irak, Yemen, el Sahel, Colombia, Camerún, Etiopía, Mozambique, Oriente Próximo, Sáhara Occidental – Marruecos, República Centroafricana, Venezuela, Japón, Bolivia, Chile, Ecuador, Francia, Puerto Rico, Estados Unidos, entre otros.

Además de los conflictos entre naciones y gobiernos tenemos la violencia que ocurre en nuestras comunidades hacia diferentes grupos de personas. Violencia física, psicológica, sexual, económica y de género son algunos de los ejemplos de las violencias que vivimos en nuestras comunidades. Por lo que estamos en constante bombardeo de diferentes tipos de violencia diariamente. En el caso de los países, donde de por sí hay conflictos bélicos, la violencia en la comunidad es un problema mayor ya que se puede sumar la violencia por sobrevivir donde el más fuerte se aprovecha del más débil.

Entonces: ¿cómo enfrentamos esta situación como la comunidad que somos? Aunque no hay una varita mágica para resolver todos los conflictos, el aprendizaje socioemocional puede ayudar a trabajar en contra de la violencia que vivimos a diario. Lo primero que debemos de tener presente es que el aprendizaje socioemocional de nuestros niños y niñas debe de ser cultivado no solamente en la escuela, sino que, como padres debemos de estar pendientes y facilitar la estabilidad emocional de nuestros niños, ahijados, sobrinos, nietos, etc. Nuestros padres nos cuentan como sus padres y abuelos cuidaban a niños que no eran sus parientes. Como doña Fela (nombre hipotético) cuidaba a María, José, Juan y Ana que eran hijos de algún vecino y los regañaban cuando era necesario, luego iban donde los padres de los niños y los padres ejercían su función de regañarlos. También los vecinos se preocupaban por los hijos de los demás cuando se los encontraban caminando solos o en lugares donde no deberían de estar. Hablaban con ellos y luego casualmente visitaban a los padres de estos niños o niñas y le dejaban saber dónde se encontraban estos. Pues ese tipo de comunidad es necesaria para el aprendizaje socioemocional de los niños y niñas. Ellos deben sentirse seguros, cuidados y amados en todo momento. Esto los ayuda en su crecimiento y desarrollo durante su vida. En la columna de la próxima semana estaremos ahondando un poco más este tema y hablaremos de algunas herramientas para hablar con nuestros niños y niñas o adultos, que lo necesiten, sobre la violencia. Cómo reaccionar y buscar ayuda. 

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