Y su obra es mucho más que -Muchacha Ojos de Papel- un himno a estas alturas. Muchas veces criticado por tener una poesía compleja propia de un ávido lector, influenció mucho en su prosa el poeta francés Antonín Artaud; Heliogábalo, el Anarquista Coronado y Van Gogh, el suicidado por la sociedad, fueron 2 libros de cabecera para Luis. Fue él quién hizo que el rock fuese en español.
En su obra hay influencia de escritores, filósofos, pensadores, psicólogos, músicos y artistas plásticos como Rimbaud, Dalí, Escher, Lü Dongbin, Jung, Freud, Nietzsche, Foucault, Jean-François Millet, Deleuze, Sartre, Castaneda, Sor Juana Inés de la Cruz, Carl Sagan, John Lennon y Ludwig Van Beethoven, así como de las culturas de los pueblos originarios de américa y oriente. La substancia cósmica de su obra es inagotable.
El Flaco ostenta el título de -La obra cumbre del rock argentino-. Publicado en 1973 Artaud iba a ser distinto por todos lados… en ese ánimo por hacer las cosas de diferente forma, la carátula diseñada por el gran Juan Orestes Gatti (el gran artífice de la mayoría de las grandes portadas del rock trasandino -quién llegó a trabajar como director de arte en las producciones de Almodóvar-), no se queda atrás. Una suerte de hexaedro verde que no cabía en las bateas tradicionales de las disquerías, es el disco más vendido en la Argentina.
Algo muy notorio, sobre todo desde su período con Spinetta-Jade es la exploración con armonías complejas y acordes extraños (Luis no leía música y muchas veces era alguno de sus músicos quien terminaba traduciéndolo -utilizando acordes disminuídos o aumentados, con novenas, cuartas y séptimas, algunos, los más difíciles de definir fueron bautizados como Pepito o Monito). No existe ni un músico de categoría en la Argentina que no haya estado en alguno de sus discos.
Reconocido activista, se comprometió con la causa de Conduciendo a Conciencia (El 8 de Octubre del 2006, regresando de un viaje solidario en el Chaco, mueren 9 chicos y su profesora dejando al descubierto la terrible problemática Argentina en las rutas). Era un tipo siempre dispuesto a causas humanitarias y siempre resaltando en sus letras la importancia del ser y del amor a todo.
Vino varias veces a Chile… si bien no tantas como hubiésemos querido, la mejor es la de 1992. En esa época yo figuraba como bajista de sesión en la banda de Rudy Weidmaier; yo era el menos ilustre, los otros personajes del grupo eran Gamal Eltit en guitarra eléctrica (Dracma, Dorso), Javiera Parra en coros, Cristián Moraga en teclados (alias CeeFunk, Los Tetas) y Mauricio García en batería (Plástico), aparte del propio Rudy en voz y guitarra.
El jueves 9 de julio del 92´ tocábamos el La Batuta presentando el disco -Los Ghettos Matan- de Weidmaier…y como cualquier jueves de invierno…no había nadie, tres personas a lo sumo. Después de la prueba de sonido fuimos a comer algo y de vuelta en el camarín antes de salir a tocar, repentinamente se abre la puerta y aparece Gabriel del Carril (audiovisualista… amigo de todos los músicos argentinos que vienen, no sé cómo lo hace…será por el carril), -¡Ché, vengo con Spinetta y toda su banda! (Ellos tocaban al día siguiente en el Teatro California), entra Luis y detrás El Mono Fontana (genio tecladista y originalmente baterista de Madre Atómica), Claudio Cardone (pianista), Jota Morelli (baterista), Guille Arrom (guitarra eléctrica) y Javier Malosetti…el nene como le apodaban por ser el menor, era una montaña de 1.98 y un bajista de puta madre. Los tipos se sentaron en una mesa frente al escenario y pidieron unos whiskys…fueron nuestra mejor hinchada esa noche. Obviamente, se corrió la bola que Spinetta estaba carreteando en La Batuta y se llenó. Creo que tocamos como nunca esa noche.
Fin del show y de vuelta al camarín, aparece de nuevo Luis con toda su troupe a felicitarnos-¡Loco estuvo buenísimo!- entre abrazos y risas Luis me da la mano y dice; -El Factor Man- (Factor por el bajo que tocaba en esa época, el Kubicki X Factor), fue un instante de cielo. Los tipos alucinaron con el show y sobre todo con un CeeFunk de 17 años que era un prodigio, lo comparaban con Calamaro. Antes de irse, nos hacen la invitación a su show al día siguente…el representante de Spinetta nos dice -Mañana a las 9, todos en la puerta del teatro, entran conmigo-. Pensamos que eran palabras de buena crianza nomás… pero igual fuimos.
Viernes 10 de julio, 9 pm… los 6 parados muertos de frío afuera del California, la gente entraba y el petiso del manager no aparece, cuando ya perdíamos la esperanza una mano nos llama. Entramos al teatro y por el costado directo al camarín… ahí estaba, laaargo y flaco con la sonrisa amplia y un gran abrazo. Compartimos un rato y antes de empezar el show nos fuimos a sentar. Venían a presentar Pelusón of Milk. Creo que fue el concierto más largo que le vi y el mejor. https://www.youtube.com/watch?v=3VSAwXq4LFc
Después, con los años lo vi en sucesivas venidas, pero por razones obvias ninguna tan potente como la del 92. Desgraciadamente o afortunadamente (quedándote o yéndote, como reza un tema suyo), tuve la fortuna de ver su último show antes de morir… el 14 de junio de 2011 en el Nescafé de las Artes, ya tocaba sentado, su enfermedad era evidente.
El 8 de febrero de 2012 muere en Buenos Aires (ese día es declarado como -El día del Músico- en la Argentina… todavía tenemos mucho que aprender acá al otro lado de la pandereta de como tratar a nuestros genios), dejando un vacío inconmensurable en este mundo… quedando su música para tintar con un poco de luz a este planeta… se fue el Capitán Beto… por el espacio.
