Muchos de los servicios que he ofrecido en mi vida han sido para estudiantes de desventaja económica, donde realmente hay pobreza y abandono escolar. Les digo esto no por tratar de levantar algún tipo de emoción en esta corta lectura si no para que sepan como comenzó esta aventura del aprendizaje socioemocional.

Y ¿qué es exactamente el aprendizaje socioemocional? El aprendizaje socioemocional no es otra cosa que adquirir y aplicar los conocimientos, habilidades y actitudes para desarrollar identidades saludables, manejar las emociones y lograr metas personales. Hay definiciones que son mucho mas largas que incluyen las metas colectivas, la empatía y muchas otras cosas más, pero en síntesis es poder adquirir estas herramientas que necesitamos para poder ser productivos y felices.

Todo esto parece una gran utopía y si no al menos algo sumamente complicado. ¿Qué habilidades? ¿Dónde y cómo las desarrollo? ¿Dónde y cómo las adquiero? Las habilidades sociales no se adquieren en una cajita de desayuno o se puede mandar a pedir a través de alguna plataforma de ventas electrónicas. Para poder adquirir y desarrollar nuestras habilidades sociales primero tenemos que comenzar a conocernos nosotros mismos, saber quienes somos. Hay muchas maneras de comenzar a conocernos nosotros mismos. No hay una formula exacta y todos somos muy diferentes. En mi caso trato de tener momentos en el día donde este todo callado y pueda estar atenta a mis pensamientos, saber que me gusta y que puedo mejorar. Si has comenzado el camino hacia descubrirte a ti mismo o si ya has realizado alguna técnica con este propósito déjanos saber en los comentarios

Lluvia y chocolate

Ha sido una semana donde todo lo que iba a salir mal ha salido mal. Ha sido una semana donde he tenido que buscar de muy dentro de mí para poder continuar con la semana. He reído, he llorado, pero he continuado. Les cuento, estoy trabajando en unos libros para niños luego de correr la seca y la meca buscando donde imprimir y poder terminar el proyecto termine comprando todo para hacerlo en mi casa, el papel y la impresora. Pues comienzo a trabajar en mis cosas y de repente zas, en menos de 24 horas la impresora se dañó y me atraso horas monumentales para mi entrega, esto me paso un viernes y la entrega era para el lunes a las 5 a. m. Demás está decir que entre en pánico.

Luego de entender que el pánico no me iba a ayudar, llame al productor de la impresora para ver cómo me podía ayudar. Pues un señor muy amable me trato de ayudar con la impresora y comienza a darme las instrucciones. Apaga la impresora, pues voy y apago la impresora, desconecte la impresora y ahí voy y apago la impresora, prenda la impresora, y voy y prendo la impresora. El señor muy amable me dice; ¿y ahora que hace la impresora? A lo que yo le contesto: pues sigue haciendo lo mismo. El caballero me dice: Si, definitivamente, su impresora no funciona. Llévela a la tienda a donde la compró y que se la cambien. Volví a caer en pánico, ya había perdido una hora tratando de resolver con la persona de asistencia técnica y ahora tenía que ir a la tienda a devolver la impresora. Pues ni modo, le pido ayuda a mi esposo para montar la impresora en el vehículo, ir a la tienda totalmente empoderada para decirles que la impresora me había durado menos de 24 horas, sabía que no iba a tener ningún problema realizando el cambio, pero igual me empoderé, el gerente me atendió y me hizo el cambio, ya había perdido otra hora más. Puse la impresora en la caja del vehículo y me dirijo hacia mi casa.

Luego de un día largo, deseo un helado de chocolate (mantecado) y me detengo en mi lugar favorito de helados. Y allí estaba la nube negra de lluvia y la impresora en la caja sin nada que la cubriera y la fila de los helados, de la cual no me podía salir estaba inmóvil. Media hora más estuve en la fila, no cayo ni una sola gota de agua y pude llegar a mi casa y seguir trabajando en el proyecto. Continué mi trabajo corrido hasta largas horas de la madrugada. El lunes pude entregar el proyecto a las 5 a. m. Ahora solo me queda esperar los resultados de la entrega.

Y porque contar tan larga historia, verán cuando estaba esperando por el helado por más de media hora que pensé que iba a llover, no llovió, por la espera me hicieron los helados nuevamente por haberse derretidos y el proyecto salió a tiempo. Hay veces que nos desesperamos y no vemos más allá de nuestros problemas presentes. Aún no sé el resultado final de la entrega del proyecto al haber realizado este escrito, pero si les puedo decir que en ese momento de entrega final me sentí como si pudiera conquistar al mundo. Así es que nuestras desavenencias momentáneas son necesarias para poder disfrutar el momento de completar nuestras obras y nuestros propósitos.

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