El cansancio colectivo que todos sentimos en estos momentos viene acumulándose desde varios años. Hace apenas 20 años nuestros trabajos tenían hora de entrada y hora de salida hoy en día esto es una ilusión de la civilización en la que vivimos. Recuerdo hace varios años atrás cuando trabajaba coordinando talleres de desarrollo profesional para maestros; mi horario de trabajo oficial era de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. (17:00 horas) sin embargo eran muchas las veces que mi teléfono sonaba a la 1:00 a. m. con dudas de algún tallerista. Poniendo estos horarios en perspectivas mi mente y mi cuerpo tenía en aquel entonces apenas 4 horas de descanso, para al otro día continuar con mi faena laboral y de estudio. Esta época coincidió con mis estudios de maestría en Salud Publica, por lo que estas llamadas muchas veces ocurrían también en medio de repaso para exámenes, reuniones de grupos para diferentes trabajos de la universidad y mi matrimonio. Aquel trabajo resultó ser una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido, aprendí que no todo puede ser trabajo y que, aunque hay que comer, mi paz y salud mental no tienen precio. Esta época fue muy dura para mí, el que me conoce sabe que soy como un burro de carga cuando al trabajo se refiere, no importa la hora y el lugar si hay que hacerlo se hace, esa forma de pensar me llevo a varias hospitalizaciones y complicaciones de salud.

A través de mi maestría en Salud Publica aprendí a ser un poco más consciente de la importancia de vivir el momento, en aquel momento tanto a mi mama como a mi padrastro los diagnosticaron con cáncer a un año de separación el uno del otro. Gracias a Dios, hoy en día están bien y no ha habido una recaída en ninguno de los dos, pero se podrán imaginar lo cargada que estaba. Mi maestría en Salud Publica fue un bálsamo para mí. Aprendí muchísimas cosas que espero poder seguir compartiendo con ustedes en los años venideros, pero una de las cosas que fui aprendiendo en los dos años de cursos fue a vivir la vida cada momento, tratar de no desesperarme, de no dejarle nada al universo (el universo nos da y nos ayuda, pero tenemos que ayudar también), y a ser partícipe de mi vida. Si, así como lo lee a participar en mi propia vida. Creo que esta época también me dio fortaleza para determinar que mi vida mi salud mental y mi felicidad son importantes.

¿Qué es la conciencia plena?

La atención plena tiene raíces que se remontan a 2.500 años y utiliza un ancla, a menudo la respiración, para centrar la atención y llevar la conciencia al momento presente (Stone, 2014). El objetivo de la práctica de la atención plena es "calmar el parloteo constante de la mente: pensamientos, ansiedades y arrepentimientos", escribe Frances Weaver para The Week.

Los practicantes de conciencia plena aprenden a enfocarse en el presente en todo lo que hacen y a aceptar eventos en el momento presente (Weaver, 2014).

Podemos decir que hay tres características de la atención plena; intención, atención y actitud. Los practicantes de esta herramienta establecen la intención de estar presente. Esto quiere decir que dirigen su atención a lo que esté sucediendo a su alrededor. Los practicantes de la atención plena también cultivan una actitud particular con esa atención, paciente, confiada, no reactiva, tampoco crítica y abierta a diferentes pensamientos.

Debido a estas experiencias es que soy fiel creyente de la necesidad de proyectos en los trabajos de tener herramientas para los empleados de manera que estos puedan combatir el estrés. Los beneficios de estos programas han sido evidenciados una y otra vez. Algunos de los beneficios es tener a trabajadores con menos estrés, mejores condiciones de salud (como la disminución en trabajadores con presión alta, diabetes, sobrepeso entre otros), reduce el absentismo y la rotación de empleados; mejora las funciones cognitivas (es decir, concentración, memoria y capacidad de aprendizaje); aumenta la productividad de los empleados; mejora las relaciones entre empleador / empleado y cliente, y; mejora la satisfacción laboral. (Bringing Mindfulness to the Workplace, Kimberly Schaufenbuel, 2014) Un trabajador feliz trabajará mejor y continuará en la empresa por muchos años lo que también reduce los gastos que conlleva contrataciones nuevas y readiestramientos. Sin embargo, no es un secreto que estos servicios son ofrecidos en contadas industrias siendo a mi parecer, las industrias que se encuentran fuera de los Estados Unidos las que menos las utilizan.

Técnicas:

Ahora bien, el hecho de que las compañías no brinden esos servicios no quiere decir que no podemos utilizar las técnicas de la atención plena por nuestra cuenta. Algunas de las cosas que podemos hacer son:

·       Sea consciente: dedica 15 minutos antes del trabajo todos los días para sentarse y ser conscientes de las sensaciones de su respiración y su cuerpo.

·       Toma cinco: cuando sientas estrés realiza estas 5 técnicas:

o   Detén lo que estás haciendo.

o   Realiza cinco respiraciones conscientes.

o   Observa la sensación del cuerpo y fíjate en lo que estás pensando.

o   Continua con lo que estabas realizando.

·       Haz una cosa a la vez.

·       Tómate un descanso: toma descansos breves (de 1 a 5 minutos) cada 90 a 120 minutos. En ese tiempo debes estirarte, respirar o caminar con atención.

·       Almuerce fuera del lugar del trabajo: puedes llevarte una merienda e ir al parque a comer.

·       Escuchar

·       Anota tus logros diariamente: pueden ser cosas tan sencillas como hoy logré terminar una tarea a tiempo, me siento más relajado.

·       Vive el momento

·       Acéptate a ti mismo.

·       Concéntrate en tu respiración. Algunas técnicas de respiración son:

o   Meditación de escaneo corporal.

o   Meditación sentada.

o   Meditación caminando.

Espero que la columna de hoy sea de su agrado y que les sirva para comenzar a utilizar la conciencia plena en el trabajo.

Un abrazo en la distancia, su amiga

Sharon

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